FOCOS INCANDESCENTES VS, FLUORESCENTES ¿CUÁL ES LA MEJOR OPCIÓN?
Los focos incandescentes, conocidos por su “luz cálida” funcionan por medio de calentar un filamento de tungsteno por donde recorre la electricidad, hasta llegar a una resplandecencia que produce la luz. Estos fueron inventados en el siglo XIX. Actualmente, se consideran poco eficientes, ya que desperdician entre el 80 y 90 por ciento de la electricidad que consumen y la desperdician en calor. Su vida útil usualmente es de 750 a 1000 horas, siendo su ventaja principal el precio económico al compararlas con las bombillas fluorescentes.
Los focos fluorescentes tienen entre 4 y 5 miligramos de mercurio los cuales producen luz ultravioleta cuando pasa la electricidad. Aunque tienen un costo más elevado que las bombillas incandescentes, tienen una vida útil entre 10 mil horas, que representa aproximadamente una vida diez veces mayor que los incandescentes, ayudando a compensar el precio mayor. Otra ventaja de este tipo de bombillas, es la variedad de tamaños, formas y potencias que permiten adaptarse a las necesidades de cada persona. Además, estas bombillas iluminan de manera más uniforme, son menos deslumbrantes a la vista y desperdician menos energía que se convierte en calor, por lo que se sienten frías al tacto.